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Contaminación

¿Qué es la contaminación?

Este quizás sea uno de los conceptos que más se hayan utilizado en las últimas décadas: la contaminación. Lo que entendemos por contaminación es de hecho un definición muy sencilla. Simplemente es la introducción de sustancias tóxicas, nocivas o insalubres en un medio haciendo que este sea no apto para su uso seguro.

Lo que realmente hace que el concepto de contaminación sea más complejo es que existen más de un tipo de contaminación, que se generan de distinta forma y que tienen diferentes consecuencias.

¿Qué consecuencias tiene la contaminación?

La contaminación, al afectar de forma negativa el ambiente, tiene consecuencias graves o muy graves, dependiendo de que se está contaminando y de qué forma. Pero, principalmente, la contaminación es la mayor responsable del calentamiento global, especialmente la contaminación ambiental. 

No solo afecta a nivel global, a través de subidas de temperatura o dañando la capa de ozono, sino que también la contaminación es un factor de riesgo para nuestra salud. Por poner un ejemplo, cuando los ecosistemas son contaminados por residuos físicos, como podrían ser montones de plástico o por vertidos químicos en el agua, la salud de las personas y de los demás seres vivos corre riesgo.

Se trata de entender que la naturaleza vive en un complejo equilibrio y que se autorregula. Pero cuando la acción humana tiene un efecto excesivamente negativo, entonces también nos afecta. Es importante recalcar que la contaminación reducida puede gestionarse sin demasiadas dificultades, pues existen muchas formas de solventar de manera natural. Pero cuando hay un vertido de petróleo en el mar, siendo este un ejemplo de contaminación excesiva, las consecuencias no solo son mucho más graves sino que su solución es mucho más complicada.  

¿Cuáles son las principales fuentes de contaminación?

Dada la importancia que puede llegar a tener las consecuencias de la contaminación masiva, todo lo que se puede hacer para combatirla, reducirla o limitarla cobra especial relevancia. 

La contaminación atmosférica mayoritaria procede de dos fuentes concretas: los hogares y la industria. La contaminación que generan se hace de forma distinta y por distintos motivos, pero el peso que tiene en el porcentaje total es considerable, por lo que la mayor parte de la responsabilidad recae en ambos.

Dicho esto, no solo son los únicos causantes. El transporte, la agricultura y la industria de la energía también son agentes contaminantes importantes.

¿Cómo se combate la contaminación?

A nivel individual, a nivel de consumidor y como ciudadano, se pueden hacer muchas cosas para reducir y limitar nuestro impacto contaminante en el medio ambiente. Ya que la contaminación de los hogares es una de las principales fuentes, existen una serie de medidas que se pueden aplicar para conseguirlo. 

Estas pueden ser desde el uso limitado de los envases de plástico, el uso más frecuente del transporte público, el uso de los coches eléctricos, la implementación de estilos de vida más sostenibles y la mejora en los espacios habitables usando sistemas de calefacción que sean energéticamente eficiente, entre muchas otras medidas.

A nivel industrial, a nivel de empresa, también hay muchas acciones que se pueden tomar para reducir la huella de carbono y reducir al máximo los residuos que se puedan generar. Destacan, por ejemplo, la implementación de medidas que mejoren la eficiencia energética, hacer seguimiento de los grande acuerdos internacionales (como el Acuerdo de París o el Protocolo de Kioto), la implementación de protocolos para la gestión de residuos o la implementación de Planes de Movilidad Sostenible, entre otras cosas. 

Al final, tenemos muchas fórmulas para aplicar en la complicada ecuación que supone el reto de la limitación de la contaminación. Es a través de acciones como estas que, entre todos, podemos conseguirlo.